Sin saber nada de inglés, Josue llegó a New Jersey para su último año de secundaria. Trabajando en el restaurante de sus padres, de comida Peruana, aprendió a ser disciplinado y decidió que no quería un trabajo típico de oficina. Es así como Josue decide convertirse en un Agente Inmobiliario en Nueva York, donde hasta la fecha ha alcanzado más de $100 millones en ventas representando a compradores y vendedores en Manhattan y Brooklyn.